Creo que...

Cuando era pequeña solía ser mimada y bastante alegre, tenía mucha fe en las personas y en la religión.

Con el tiempo cambié mucho, no sabría decir si para mejor o peor, pero de una forma u otra ahora soy quien soy y ya, hubo algunos momentos en mi vida que creo contribuyeron mucho.

Uno de ellos sería cuando era niña, odiaba a mi abuelo, ahora no sabría explicar la razón, pero recuerdo que lo aborrecía, un día simplemente fue como si algo hiciera click en mí, fue como si todo eso se hubiera borrado, como si no sintiera odio o enojo, después de eso cuidé más de él hasta el momento de su muerte, y con su ida llegó una clase de comportamiento más tranquilo y controlado. Luego sería cuando estaba iniciando secundaria, en ese primer año entendí que una persona puede sonreírte y al mismo tiempo destruir tu confianza, más adelante en secundaria tuve un inconveniente del que hablé previamente y allí aprendí a no esperar nada de nadie, a que tú eres tú peor enemigo, que nadie escucha lo que no quiere oír, que si eres débil te van a pasar por encima.

Pero también entendí que todos llevamos una carga, y que cada persona la maneja diferente, entendí que son muchísimas más personas las que juzgan y quieren la ayuda para sí mismos a los que están dispuestos a ayudar a los demás, teniendo esa línea de pensamiento decidí convertirme en esa clase de persona, no quiero que la gente pase por lo mismo que yo, no soporto ver eso, y trás esa decisión aprendí que si eres muy amable te van a pisotear.

Así que la última cosa que he aprendido es que estamos en constante cambio y a pesar de que me duelen mucho ciertas cosas y cuando las recuerdo empiezo a llorar, y de que mucha de la gente que he conocido espero no volver a verla, solo recuerdo la frase de una historia que leí una vez hace mucho tiempo -"buena o mala suerte, nunca lo sabremos"